viernes, 4 de marzo de 2011

El Pampa esta hecho un relojito

El Pampa Sosa se incorporó al Rapperswil-jona de la C1 de Suiza.  El equipo está cuarto a tres puntos del líder y con un partido menos. Los tres primeros se clasifican a un playoff para ascender a la serie B. El transfer ya esta ok así que mañana será el debut del ex goleador tripero en el país donde se forjó la mítica táctica del cerrojo suizo. 

martes, 15 de febrero de 2011

Los 400 del gato

El último sábado (12/2/2011) frente a San Lorenzo el Gastón Sessa llegó a los 400 partidos en primera. Todo un número. Es el único jugador del plantel de Gimnasia que tiene más partidos en primera que el mellizo. 

El Gato demuestra cada día que siente la camiseta y que tiene personalidad para defender los tres palos del lobo. Es incuestionable. Todavía le queda cuerda para rato, pero debe retirarse en Gimnasia. Es un objetivo de la institución. El Gato es una leyenda tripera, es inmortal.

lunes, 14 de febrero de 2011

El mellizo volvió y pisó fuerte en el nuevo gasómetro

Era la vuelta del mellizo al lobo. La expectativa que se había creado era desbordante. El fixture indicaba que en la primera fecha Gimnasia y San Lorenzo se verían las caras en el nuevo gasómetro.

Por mi condición de porteño tuve que acudir al estadio en bondi en lugar de ir en los micros. Fui solo. Hice combinación entre el 134 y el 76. No me percate de que el 76 en cuestión era un servicio especial para ir al partido. El colectivo llevaba colgado en el parabrisas un cartel que señalaba "a San Lorenzo". Aproximadamente 100 hinchas de San Lorenzo aguardaban el transporte en la Plaza Flores. Yo estaba infiltrado entre ellos, mimetizado cual camaleón.

Una vez arriba del bondi los hinchas del cuervo empezaron a entonar sus cánticos. La puerta estaba abierta de prepo. Unos hinchas panzones agitaban mientras miraban hacia afuera del transporte. Pase desapercibido como un neutral ajeno al encuentro de fútbol. Me camufle con unas viejas que eran de las pocas en el colectivo que no eran de San Lorenzo y mostraban su indignación por el accionar de sus compañeros de turno. Mi carnet y mi llavero estaban resguardados para prevenir entredichos.

Una vez descendido del bondi me desprendí de la manada local. Lamentablemente Gimnasia ingresaba al estadio muy lejos del lugar donde me encontraba. Camine cerca de 7 cuadras a través de la turbia periferia del nuevo gasómetro hasta divisar camisetas amenas.

 La caminata demoró mi llegada. Mientras me acercaba al último vallado pude oír el estruendo que estalló cuando la voz del estadio nombró al mellizo. Había problemas con algunos hinchas que querían forzar su entrada y que la policía apenas podía contener. También me perdí la salida del equipo. Muchos otros aficionados compartían mi situación, ya que la multitud que acudió al histórico partido había congestionado los accesos al estadio.

En la tribuna la gran masa tripera sufría de una emoción inconmensurable. El pitazo inicial decretó el regresó oficial de Guillermo después de los casi 14 años que lo tuvieron ausente del Lobo. Su último partido había sido el 12 de agosto de 1997 frente a Huracán en El Bosque.

Ante cada jugada el Melli fue premiado con aplausos y permaneció inmune a la condena que sufrian sus compañeros después de una pifia. Gimnasia no brilló, pero conformó. El gol de Menseguez que adelantó a San Lorenzo en el marcador cayó como un baldazo de agua fría sobre la parcialidad tripera. En un instante la alegría se disipó y los nervios se paralizaron. El comienzo poco auspicioso de las temporadas pasadas se revivió como un deja vu.

Sin embargo la desazón no se reflejó en el aliento de la hinchada. El griterio cuasi kamikaze continuó de forma inquebrantable inspirado por la confiable figura del mellizo.

Guillermo no convirtió el tanto del empate pero, tras un corner, cayó como un cisne en el área de San Lorenzo acusando penal. Héctor Baldassi se arrodilló como es su costumbre hasta casi tocar el césped con las nalgas y con el brazo izquierdo extendido hasta el limite y el derecho sobre su silbato pitó la pena máxima. La esperanza volvió a correr por las venas del gentió albiazul.

Juan Neira decretó el empate que sería definitivo. La marea gimnasista se retiró del nuevo gasómetro feliz, a pesar del empate. La ilusión estaba viva. El genio estaba de vuelta.


viernes, 14 de enero de 2011

The Mellizo Strikes back

Volvió el hijo prodigo. El que faltaba retornar. Su club de toda la vida clama por él porque en él ve ilusión.

A diferencia de otros jugadores, que cambian el sentimiento rápidamente, como Palermo, que nunca volverá a su club y se retirará a fin del Clausura en Boca Juniors, Guillermo Barros Schelotto puso el pecho y decidió afrontar una de los peores momentos del Gimnasia desde adentro de la cancha.

Muchas eran las críticas que recaían sobre el Mellizo cuando este no pegó la vuelta en las 6 oportunidades anteriores en que lse lo llamó para reflotar al naufragio y, se sospechaba, que no quería volver por miedo a quemarse con una mala campaña. Sin embargo, esta vez se dio el objetivo tan ansiado y Guillermo volvió al club de sus amores en un momento tanto más crítico que en esas oportunidades.

Ningún jugador puede hacer jugar a un equipo él solo. Pero Guillermo puede aportar su experiencia y su astucia en favor del Lobo. como el Gato Sessa, el Mellizo es pasión. Una pasión tripera e inigualable.

jueves, 7 de octubre de 2010

Un viejo sabio que dejó su legado en nuestro fútbol

Para sus jugadores Carlos Timoteo Griguol, más que técnico, fue un padre futbolístico. Por sobre todo, fue un educador integral de de personas, dentro y fuera de la cancha. Saboreó la gloria en varios equipos. Nunca dejó de lado el valor humano de cada uno de sus dirigidos. Su rol de entrenador coqueteó en muchos aspectos con el de un docente.

Timoteo fue un sabio. Moldeó a los más jóvenes hasta convertirlos en Cracks, como el Beto Marcico, en Ferro o Guillermo Barros Schelotto, en Gimnasia. Nunca pretendió demasiadas incorporaciones y siempre apostó a las divisiones inferiores de cada club. Supo arreglárselas en equipos con poco presupuesto y transformar en grandes a jugadores ignotos. No era su perfil el de pedir que le traigan figuras, sino, el de trabajar con lo que tenía.

Un claro ejemplo de la austeridad en la que necesitaba trabajar Griguol fue su paso por River. A pesar de obtener la Interamericana 87´, no logró una campaña destacada en el elenco millonario. Lo que sucedió es que River tenía un equipo de jugadores estrellas, ya consagrados y con los egos por las nubes. Este no fue el lugar indicado para Timoteo, porque sus dirigidos no estaban dispuestos a oír enseñanzas.

Cuando en Ferro no había dinero para que los jugadores cobren, se avecinaba una crisis dentro del club, que podía generar problemas extra futbolísticos. Fue entonces cuando Timoteo habló con los dirigentes y se ofreció a pagar de su bolsillo los sueldos, hasta que se consiguiera el dinero.

El viejo siempre fue muy detallista. En el inolvidable Gimnasia de 1995, se encontró con un inconveniente. El arquero Enzo Noce era muy petiso comparado con el resto de los arqueros. Timoteo se encargó de que los arcos del estadio del Bosque fueran enterrados 10 centímetros por debajo del césped, para que Noce no sufriera desventajas por su estatura.

Griguol siempre será recordado por ser un personaje pintoresco del Fútbol. Sorprendía a la prensa a menudo con sus salidas extraordinarias de situaciones incomodas. Una de sus frases más recordadas fue en la anteúltima fecha del torneo clausura 95, frente a Ferro, cuando Gimnasia estaba apunto de salir campeón. El Shagy Fernández vio la tarjeta roja y entonces recibió la reprimenda Timoteo: “Vos queres salir campeón, vas a salir campeón de la concha de tu hermana”.

El viejo fue un técnico chapado a la antigua. Obligaba a los jugadores a centrarse en sus estudios secundarios, a pesar de ser profesionales. Decía que los que no estudiaban, al finalizar su carrera futbolística se quedarían sin nada. Fue un formador nato.

Siempre portó con orgullo su mítica gorra de fideos Manera. Supo ganarse a los hinchas de todos los clubes en los que dirigió gracias a su trabajo y a su sabiduría. Logró títulos, pero su logro más grande es el legado que dejó en el Fútbol argentino.

domingo, 19 de septiembre de 2010

El colorado dijo adiós

Facundo Sava se retiró del Fútbol profesional.

A pesar de haber surgido de las inferiores de Ferro Carril Oeste y haberse retirado en la misma institución, el goleador dejó un gran recuerdo de su paso por Gimnasia, donde conquisto goles.

Vistió la camiseta del Lobo entre 1997 y 2002, cuando fue transferido al Fulham.

Junto a Mariano Messera y Claudio Enria formó un tridente temible en el Clausura 2002, donde Gimnasia finalizó segundo.

El colorado comenzó jugando de zaguero central, luego fue volante por izquierda y también enganche. En 1997 Carlos Timoteo Griguol descubrió su faceta goleadora y lo colocó como número 9.

Paso por Ferro, Boca. Gimnasia, Fulham, Celta, Loria, Racing, Arsenal, Quilmes y retorno a su club de origen. Jugó 484 partido, y en total, señalo 133 goles.

Se va a extrañar esa cabeza colorada, a la que solo hacía falta arrojarle un ladrillo en el área, para inflar la red y llenar de gol las bocas del pueblo tripero.

lunes, 30 de agosto de 2010

El cielo incorpora un nuevo goleador

A los 100 años murió Francisco "Pancho" Varallo, histórico goleador del Fútbol argentino y último sobreviviente de la final del Mundial de Uruguay 1930.

Varallo nació el 5 de febrero de 1910. En 1929 salió campeón por primera vez con Gimnasia, su cuna futbolística. En 1931, 1934 y 1935 repetiría el título, pero esta vez, con la camiseta de Boca, siendo el tercer artillero más importante de la historia del club con 194 tantos.En 1930 obtuvo el segundo lugar en el Mundial de Uruguay 1930 con la selección argentina. En 1934 fue el máximo goleador de las liga en Sudamérica con 34 anotaciones. En 1937 logró el sudamericano con la selección argentina.

En 1994 la FIFA le otorgó la orden de mérito y el 18 de diciembre de 2008 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de La Plata. El tramo de la avenida 25, comprendido entre las calles 32 y 526 fue bautizado como: Francisco Pancho Varallo.

"Cañoncito", como también lo apodaban, falleció en la Ciudad de La Plata el 30 de agosto de 2010. Ese día Gimnasia cerró sus puertas en señal de duelo. Varallo se lleva a la tumba, en su puño cerrado, el escudo del Lobo. Y en su epitafio, quedará grabada a fuego, la marca del gol.

Pablo Cecchini